miércoles, 28 de diciembre de 2011

El jardín

El jardin habia dejado de ser habitado por las flores. Ellas se habian ido retirando de a una, desprendiendose lentamente de su delicado espiritu.
El espiritu se les separaba y salia volando, etereo.
Era asi como habia sido. El jardin ya no podia quizas llamarse jardin. ¿Era entonces un terreno infertil?
No sabria yo que contestar. Seguiamos llamandolo jardin. Eso es lo que hace uno siempre, nombra una cosa y esa identidad permanece con la cosa aunque ya no corresponda identificarlas. Aunque deje de ser lo que era uno sigue llamando a la cosa por "su nombre". Y este entonces es el jardin. Lo fue y lo sigue siendo. El jardin infertil. El jardin.
Pero no sabria decir si era infertil, solo porque las flores hubieran decidido abandonarlo. ¿Y por qué lo hicieron? ¿ Por qué se le volvieron a sumergir en la tierra las flores, marchitas, ya sin vida...? ¿Por qué decidieron regresarse por donde habian venido?
Se habian sentido atacadas quizas, por algun agente extraño, o solitarias, perdidas en ese jardin remoto al que nadie pasaba nunca a observar. Quizas se encontraron sin sentido, sintieron que su identidad se les volaba al no haber nadie alli pisando cerca para respirarlas e incorporar su aroma en los pulmones.
Todo es al final una cuestion de identidad. Quizas lo fue también para las flores. Para el jardin.
Es así como aparecen las flores de papel, peor, las de plastico.
Cuando era pequeña el jardin era un lugar cuadrado de paredes blancas con una señora que me cuidaba cuando mis padres estaban en el trabajo. El jardin no era verde, eran cuatro paredes blancas llenas de niños con mocos. Eso era el jardin. "Este año vas a empezar a ir al jardin"- te decian. Ese jardin.
Porque habia otro. Y nadie lo llamaba jardin, en mi infancia. Pero para mi ahora ese jardin que ya no existe es el jardin más jardin que yo haya conocido.
El jardin de mi abuela, en el que pasaba horas bajo el sol con un pico quitando los "yuyitos". Ese jardin, tan especial. Ese jardin si que tenia aromas que se le metian a uno en los pulmones y en los poros y por el pelo y las orejas. Se le metian a uno por todo el cuerpo, si.
Y no hay caso. Sus flores se fueron llendo, con ella se fueron. Ahora lo se. Pero sigue vivo, mi jardin infertil, ahora infertil pero vivo, pero jardin.
Yo todavia lo veo, con sus arboles de frutas, y su parra y sus rosas. Yo aun puedo verlo, cada terron de tierra y unos pasos lentos y temblorosos que pisaban cerca de las flores y ellas los sentian llegar, aproximarse y los reconocian.
"Mijita pongase un gorro que el sol está muy fuerte y le va a hacer mal" La voz se acerca desde algun lugar. Yo solo miro la tierra y le doy con el pico a un yuyo que no quiere salir, que esta demasiado agarrado y yo quiero sacarlo.
Y sentimos los pasos, y sabemos que ella nos esta cuidando, que ella esta cerca.

martes, 20 de diciembre de 2011

Quizás me mude de blog

quizás...ya que me mudé de pais, me mude de blog. Haga algo nuevo, algo que respire frio y vea nieve.
Un lugar para escribir todo lo que se mueve y todo lo que aparece.
Más cerca de algunos y mas lejos de otros.
Pensando.
En Estocolmo
Licencia Creative Commons
Este obra está bajo una licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.