miércoles, 23 de mayo de 2012

Planeo

Al azar, a sobrevuelo, de a remolinos, enrollada en el viento que sopla del Sur.
Torpe, pero suavemente y una vez más, planeando.

El otro día vió un pajaro volar y se devoró esa paz que transmitían las alas planeando.
No el aleteo agitado, ansioso, no. Cuando las alas descansaban en el vuelo y era casi como no volar, ahí.

Una vez escribió algo sobre hacer una  revolución "sin ir". Algo metafísico quizás.
Bueno, ya lo dijo Baudelaire, que si quieres encontrar la obesión de un escritor mires que palabras se repiten en sus textos.

Otra vez igual, ese amor por lo estático no estático. Por esas alas que están en el cielo pero no se mueven. ¡Pero no dejan de estár en el cielo! Alas que vuelan sin volar, revoluciónes sin pestañear, el placer de ver el tren que se va sin tí.

Esas alas, le dieron la paz que no sentía hacia tiempo. Porque no se trataba ya de "hacer algo para conseguir esto o aquello", se trataba de "estar ahí".  Sí, ya lo sé, le diran que para disfrutar del planeo primero hay que tomar impulso y agitar las alas un buen rato. Aguafiestas.

Quiere pensar más en esas alas, encontrar que es lo que las une con las revoluciónes y los trenes, y reproducir esa sensación una y mil veces, hasta poder también ella ser alas planeadoras.

Sus textos han cambiado. Se pregunta si volverán a ser los de antes o si se han transformado para siempre y solo tiene que aprender a orientarlos en la hoja, porque nuevos, torpes, ellos no planean.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Licencia Creative Commons
Este obra está bajo una licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.