sábado, 16 de enero de 2016

Me merezco el amor

Me merezco el amor, me lo merezco. Sobre todo hoy, sobre todo ahora.
Me lo merezco hoy que me perdí en la noche fría de Estocolmo y había -13 grados y se me congelaban las orejas. Ahí me di cuenta, sí, ya merezco el amor.
Me merezco el amor por ser guerrera, por caminar los desiertos helados, por enfrentarme a los miedos y sobre todo por aceptarlos. Sobre todo el miedo al amor, por mirarlo a los ojos y temerle con ganas. Por eso me lo merezco. Fuertemente, merecido.
Me merezco el amor, un amor de furia, un amor de viento, un amor con ganas, sin remordimiento. Me merezco ese amor que viene de repente, como parte de la vida, como cosa natural, como naciendo solo desde el aire, como si Dios lo estuviera soplando y yo lo sintiera llegar rozandome las mejillas, tocandome la punta de los labios.
Me merezco un amor que me mire para adentro, que me vea y que me diga cuando me estoy escondiendo. Un amor que abra los ojos y que quiera conocerme y que quiera que lo vea y lo conozca también.
Ese amor respeto, ese amor sonrisa, ese amor coraje, ese amor verdad. Ese amor es el que me merezco. El amor que ama, el amor auténtico.
No con gusto a poco, no amor reprimido, no amor tosco, no amor rudo, no amor que no sabe decir. Amor suave, que toca y sana, amor dulce, que llena el alma. Amor de noches enteras, amor de charlas, de risas, de complicidad, amor.
Me lo merezco al amor y ya no voy a dudarlo. Te merezco amor, no sé quién seas, pero ya te merezco. Amor retribuido, sobre todo eso. Amor que se enriquece, amor que se escucha, amor que confía, amor que es paciente, amor amando.

Me merezco el amor, yo me lo merezco.

1 comentario:

Licencia Creative Commons
Este obra está bajo una licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.