sábado, 15 de enero de 2011

La paloma


(Imagen tomada de http://www.bonsaisgigantes.net/)

Siempre hay palomas. Caminan picoteando el suelo y revolotean a las copas de los arboles o a los techos de las casas. Caminan entre los pies de la gente sin miedo, nos esquivan, nos rodean y siguen, siempre hay palomas.


Ya no tienen miedo, estan acostumbradas a la ciudad, aunque la mayoria de la gente cree que son molestas.


Cuando era pequeña vivia frente a una plaza llena de palomas, y solia cruzar a darles miguitas de pan. A veces se dejaban agarrar, a veces comian de mi mano, y cuando queria correr salian volando para hacerme paso.


Siempre hay palomas, mi padre dice que demasiadas. Pero hoy yo vi como se iba una.


En la parada del bus para ir al trabajo, siempre son 5 0 6 caminando con sus patitas diminutas, picoteando el asfalto y dejandose mirar. Estaban ahi, solo estaba yo.


Hoy estaba especialmente mirandolas. A veces no lo hago, pienso en otras cosas, miro el reloj, leo...pero hoy las miraba y sonreia.


Bajaron a la calle, y no volaron. No entiendo porque no volaron. Y una se fué.


Senti como la camioneta la aplastaba y hacia un ruido como de bolsa de plastico con aire que explota. Todavia siento ese ruido, porque me quede estatica. No fui a buscarla, no fui a sacarla, y paso otro auto y otra vez splash, ese ruido...


No volo, y yo no aplaudi, ni grite, ni salte para que volara, y podia volar, pero no volo.


Fué ese segundo que separa la vida de la muerte, ese segundo en el que algo vivo deja de existir.


Hoy me di cuenta, de que nunca vi nada morir (salvo algun insecto), nunca vi tanta vida y tanta muerte en tan poco lapso de tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Licencia Creative Commons
Este obra está bajo una licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.